martes, 29 de mayo de 2012

Crisis para dummies: el caso de España

Voy a empezar este artículo refiriendo la expresión del PIB en función de sus componentes según la demanda. Sé que es un mal comienzo, pero no se me ocurre otro mejor. Ahí va:
PIB = Consumo + Formación de capital bruto + Exportaciones - Importaciones
Esto mismo lo podemos escribir de esta otra forma, que es la que me interesa para la exposición de lo que sigue:
Consumo + Formación de capital bruto = PIB - Exportaciones + Importaciones
Y me interesa porque, formulada así, la igualdad tiene una interpretación muy sencilla:
-          A la izquierda tenemos el conjunto de bienes y servicios que utiliza una sociedad. Este uso puede ser consumo (cañas de cerveza, naranjas de mesa, servicios de telefonía, clases de piano, etc.) o formación de capital (adquisición de maquinaria, construcción de carreteras y también construcción de casas o adquisición de coches).
-          A la derecha tenemos de dónde salen esos bienes y servicios. Y salen de dos sitios: de lo que produce la economía de la propia sociedad, es decir, su PIB y de lo que se trae de fuera, es decir, las importaciones. De lo que se produce internamente (PIB) hay que quitar las exportaciones, porque lo que se exporta no es utilizado por la sociedad que lo produce sino fuera.
Supongamos que un año fabricamos 100.000 coches y exportamos 70.000 de ellos. Entonces hay 30.000 coches que se quedan aquí para nosotros. Supongamos, además, que importamos 80.000. Entonces quedan en total 80.000 + 30.000 = 110.000 coches para nuestro disfrute. O sea que nos hemos tomado la molestia de fabricar 100.000 coches, pero al final nos quedamos con 110.000. La diferencia entre importaciones y exportaciones, cuando es positiva (como en el ejemplo: 10.000 coches) es el déficit comercial, que es déficit pero supone que disponemos de una cantidad de bienes y servicios mayor que la que hemos producido. Lo cual no suena mal, ¿no?.
Veamos qué tal le ha ido a la economía española en este aspecto. El gráfico 1 muestra la diferencia entre importaciones y exportaciones (el déficit comercial) expresada como porcentaje del PIB en los años 2000 a 2010.
Gráfico 1. Déficit comercial en porcentaje del PIB
Lo que vemos en el gráfico es que llevamos muchos años disfrutando de más riqueza de la que producimos. Por ejemplo, por cada 100 unidades de bienes y servicios que produjimos en 2002, tuvimos a nuestra disposición 2 unidades adicionales, producidas en algún otro país. En 2007 llegamos hasta 6,7 unidades adicionales. ¡No está mal!
Pero, un momento, ¿cómo nos las hemos arreglado para disfrutar, año tras año, de más riqueza de la que producimos? Nadie regala duros a cuatro pesetas, ni siquiera ahora que las pesetas ya no circulan, así que las cuentas tienen que cuadrar. ¿Dónde está el truco? El truco está, me temo, en el endeudamiento. Vamos, que parece que hemos estado viviendo a crédito durante muchos años. Gracias al crédito hemos podido disponer año tras año de más bienes y servicios de los que producíamos. Pero como contrapartida, año tras año hemos ido acumulando deuda. Como ilustración de esto pongo el siguiente gráfico, tomado del artículo La deuda española en cuatro gráficas, publicado por Marco Antonio Moreno en El Blog Salmón.


Gráfico 2. Evolución de la deuda española (tomado de Marco Antonio Moreno, ver fuentes más abajo)
Esto de disponer de más riqueza de la que se produce es, seguramente, lo que está detrás de la afirmación bastante repetida de que hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades. Y yo creo que es verdad, aunque varias veces me he encontrado con objeciones, en ocasiones un tanto airadas (¡Pues yo no he vivido por encima de mis posibilidades!, seguido muchas veces de ¡son los [elegir entre: políticos, especuladores, banqueros, funcionarios, empresarios, sindicatos...] los que [elegir entre: han derrochado, nos han estafado, no producen, nos exprimen, han estado chupando del bote...]!). Pero sea como sea, y dejando a un lado ahora las responsabilidades individuales o sectoriales, es un hecho que nuestra sociedad, en conjunto, ha estado disfrutando de más riqueza de la que produce durante unos cuantos años.
Sin embargo el sistema parece haber funcionado bien durante bastante tiempo. ¿Por qué falló en 2008? Seguramente tenía que fallar más tarde o más temprano. Aún así, intentar entender cómo falló puede ser ilustrativo. A mí se me hace que la historia, de forma simplista (porque uno llega hasta donde llega) se puede contar como sigue:
Hasta 2004:
Nuestra economía puede presentarse como claramente solvente: plenamente integrada en la entonces poderosa zona euro, con un crecimiento del 3% anual, un sistema financiero aparentemente sólido y unas cuentas públicas saneadas que permiten mejorar año tras año el nivel de infraestructuras (actualmente tenemos incluso varios aeropuertos de reserva). Así que el crédito fluye. Y el crédito no es otra cosa que poner dinero en circulación (con la condición de devolverlo en algún momento, claro). Este dinerito fresco estimula la demanda, lo que a su vez estimula el crecimiento, y así la rueda puede seguir dando vueltas. Bien es verdad que tanto crédito tensa el sistema, pero no hay problema: el exceso de demanda que la economía no es capaz de cubrir creciendo lo satisfacemos comprando cosas fuera. Y de ahí el déficit comercial. Pero un déficit comercial de un 2% en una economía solvente que crece al 3% no debe ser demasiado preocupante, al menos por una temporada.
Desde 2004 hasta que se desencadena la crisis:
La rueda sigue girando: crecemos a base de crédito y lo que no podemos crecer lo compramos fuera, que para eso tenemos crédito. Pero algo está pasando: el déficit comercial aumenta de año en año. En 2007 alcanza el 6,7% del PIB. Un 6,7% del PIB tal vez si debería preocuparnos (en 2007 la economía creció un 3,5%). ¿Por qué esa fiebre importadora? Mi tesis es que viene directamente del encarecimiento del petróleo. Nuestra economía necesita petróleo, mucho petróleo. Y gas natural, mucho gas natural (el precio del gas natural evoluciona parejo al del petróleo). Como no tenemos ni lo uno ni lo otro, no nos queda otra que importarlo. No voy a hacer números, pero la relación entre el precio del petróleo y nuestro déficit comercial durante los años crecimiento es muy aparente. Ver si no el gráfico 3, que es una versión del gráfico 1 a la que he añadido la evolución del precio del petróleo.

Gráfico 3. Déficit comercial español y precio del barril de petróleo Brent en dólares USA corrientes

A partir de 2008:
La fórmula mágica ha dejado de funcionar: aunque alimentemos la demanda con más crédito, la economía ya no es capaz de crecer lo suficiente como para evitar que la demanda se vaya a comprar fuera (y es que hay que comprar petróleo y está a casi 100 dólares el barril). De otro modo: la economía no es capaz de crecer lo suficiente para asumir las deudas que genera el crédito. Resultado: el crédito deja de fluir. Y la rueda se para o, mejor dicho, empieza a girar en el otro sentido: si no hay crédito entonces la demanda no crece y entonces la economía no crece y entonces resulta aún más difícil asumir las deudas contraídas (que son muchas) y entonces resulta más difícil que haya crédito,... Últimamente el único endeudamiento que crece es el del sector público, y es un endeudamiento a la fuerza: hoy la prima de riesgo ha cerrado por encima de los 500 puntos.
Y sí, la crisis del crédito no es española, afecta a casi todas las economías desarrolladas y se dice que comenzó en Estados Unidos con la crisis de las “subprime”. Pero probablemente la situación que permitió que esa primera fractura, la de las subprime, lejos de repararse, se propagara por todo el sistema es el resultado agregado de un proceso del que he intentado presentar la versión española.
Fuentes:
El gráfico 1 se ha elaborado con los datos de la Tabla 3 Estructura porcentual, de la sección PIB a precios de mercado de la Contabilidad Nacional de España Base 2008 publicada en la web del INE (www.ine.es)
El gráfico 2 está tomado del artículo La deuda española en cuatro gráficas, publicado por Marco Antonio Moreno el 18/03/2012 en El Blog Salmón:
Los datos de precio del barril de petróleo que se incorporarn en el gráfico 3 proceden de BP Statistical Review of World Energy June 2011.

sábado, 12 de mayo de 2012

Geología contra tecnología

Hace unos días ha sido publicado como documento de trabajo del FMI (“IMF Working Paper”) un estudio con el sugerente título The Future of Oil: Geology versus Technology. Según dice en su introducción, el trabajo discute y reconcilia dos visiones diametralmente opuestas relativas al futuro de la producción mundial de petróleo y de su precio (mi traducción). Muy resumida y organizada a mi manera, la discusión y reconciliación viene a ser así:
1) Tesis: la producción y el precio del petróleo están dominados esencialmente por la demanda. El acomodo entre oferta y demanda se produce a través del precio, de manera que ante un exceso de demanda, el alza de precios estimula una mayor producción, utilizando el excedente de capacidad o, si es necesario, desarrollando mejoras tecnológicas en la industria extractiva. Un comentario al margen: a veces todo parece extrañamente sencillo a la luz de la teoría del mercado.
Las predicciones de la Energy Information Administration (EIA) de Estados Unidos responden a esta visión. Con ellas los autores del estudio han elaborado el gráfico que reproduzco a continuación.
Gráfico 1. Predicciones de producción de petróleo de la EIA, 2001-2010 (Mbd). Fuente WP/12/109.
En el gráfico, la línea negra gruesa representa la producción anual de petróleo de 2000 hasta 2009, en millones de barriles por día (Mbd). Las líneas de colores son, cada una, la previsión de evolución de la producción hasta 2020, emitida EIA cada uno de esos años. Es llamativo que a partir del estancamiento de la producción en 2005, las predicciones se van amedrentando de año en año hasta convertir unos flamantes 120 Mbd para 2020 en apenas 93 (es decir, un modesto 10% de incremento total entre 2005 y 2020).
2) Antítesis: la producción de petróleo está dominada desde hace algunos años y lo estará en el futuro por limitaciones físicas impuestas por la geología. La cantidad total de petróleo disponible y la calidad de los yacimientos son ambas decrecientes como consecuencia de la propia extracción (la cantidad por razones obvias, la calidad también: lo primero que se extrae es lo más fácil).
Un exponente de esta visión lo constituyen las predicciones del geólogo petrolero Colin Campbell, que también se presentan en forma de gráfico en el trabajo y yo reproduzco aquí:
Gráfico 2. Predicción de producción de petróleo de Colin Campbell, 2003, 2005 y 2010 (Mbd). Fuente WP/12/109.
Aquí las predicciones también yerran, pero ahora del lado pesimista. Y también rectifican a medida que disponen de más datos, pero ahora al alza, al revés que las de la EIA, porque se comprueba que las producciones reales superan a las previstas.
Nota: la EIA y Colin Campbell manejan conceptos diferentes para referirse a producción de petróleo. Mientras Campbell se limita a computar el crudo convencional, la EIA incluye otros productos: petróleo de pizarras bituminosas, petróleo de arenas bituminosas, gas natural licuado, etc. Por eso la línea gruesa que representa la producción en ambos gráficos señala niveles diferentes en uno y otro.
3) Síntesis: los autores del trabajo proponen un nuevo modelo de predicción que intenta integrar las dos visiones. El modelo se construye alrededor de una ecuación de producción que es una modificación de la ecuación logística (un modelo sencillo que goza del favor de los partidarios de la visión geológica desde que M. King Hubbert lo utilizara con éxito en 1956). La modificación, significativamente, permite incluir el efecto del precio como estímulo a la entrada de alternativas tecnológicas (como las pizarras bituminosas o las arenas bituminosas). Además, el modelo cuenta con ecuaciones para la demanda, el precio y el crecimiento del PIB global.
Según los autores, su modelo se ajusta mucho mejor que otros precedentes (como los de la EIA y Campbell) cuando se contrasta con los datos. Además, las predicciones que da el modelo sucesivamente en 2000, 2001, 2002, etc. son muy parecidas entre sí (ver gráfico 3). Es decir, no le pasa como a las predicciones de Campbell y sobre todo de EIA, que tienen que rectificar con cada nuevo dato.
Gráfico 3. Predicciones sucesivas de producción del modelo. Fuente WP/12/109.
¿Cómo nos pinta el futuro este nuevo modelo? En lo que respecta a producción, las predicciones son las del gráfico siguiente:

Gráfico 4. Predicción de producción de petróleo (Gba). Fuente WP/12/109.
La línea gruesa azul representa las producciones reales hasta 2011 y las predicciones a partir de ese año. Como un modelo no es una bola de cristal y las predicciones tienen siempre incertidumbre, unas líneas de trazos señalan unos intervalos de confianza para la predicción central. Adicionalmente, se muestra la predicción para un escenario de “Tighter Oil Supply”, más pesimista, que por no extenderme mucho no voy a comentar.
Para despistar un poco más, aquí las producciones de petróleo son en miles de milones de barriles al año (Gba) en lugar de Mbd. Pero que no cunda el pánico: multiplicando por 1000 y dividendo por 365 tenemos Mbd. 31 y 34 Gba equivalen respectivamente a 85 y 93 Mbd aproximadamente. Esto quiere decir que la predicción del nuevo modelo es casi idéntica a la última que propone la EIA.
Veamos ahora el precio del petróleo. La predicción es la del gráfico siguiente (y ya es el último, no quiero ser pesado):


Gráfico 5. Predicción de precio del petróleo en dólares USA 2011 por barril. Fuente WP/12/109.
A mí esta predicción de precio del petróleo no me deja nada tranquilo. Los 30 dólares por barril del comienzo de los 2000, que ya se han convertido en 100 en los comienzos de los 2010, se convertirán en 180 en los comienzos de los 2020. Es un incremento del 6% anual. Así que este es el escenario que nos pinta el modelo: es posible, como dice la EIA, que en los próximos 10 años podamos contar con una producción de petróleo ligeramente creciente pero desde luego nos va a costar caro. Parece que la era del petróleo barato se ha terminado definitivamente.
El caso es que el modelo pronostica también un crecimiento medio del PIB mundial del 3,4% anual para los años 2012-2021. No sé muy bien en el resto del mundo, pero a mí me cuesta imaginar que nuestra economía (la española y la de la zona euro) pueda crecer al 3,4% anual con el precio del petróleo creciendo al 6%. Pero quién sabe, tal vez la limitación está en mi imaginación y no en nuestra economía.
Fuentes:
El IMF Working Paper (WP/12/109) que se comenta en este artículo es de libre difusión y se puede encontrar aquí:
Todos los gráficos se han tomado de dicho trabajo.

martes, 1 de mayo de 2012

Crisis y gasto público

En la entrada La dieta de Rajoy publicada el 20 de marzo en el blog ¡No doy crédito!, su autor, Juan T. Delgado, se pregunta lo siguiente refiriéndose a la economía española:
“¿Por qué el Gobierno no enfrenta al mayor problema de la economía, que es reformar en profundidad el sobredimensionado Estado?”
Más adelante dice:
“Las CCAA tienen presupuestado este año un gasto de 165.000 millones. Uno de cada tres euros de esta partida se destinará a pagar las nóminas del personal. ¿Es sostenible ese modelo? No.” (La negrita en el original)
Esta cita ejemplifica una visión bastante habitual sobre esta crisis y sus causas: el problema reside en que tenemos una administración pública sobredimensionada. En el caso concreto de España, además, se suele arremeter contra la estructura descentralizada del estado, a la que se atribuyen todos los males.
Es innegable que la administración pública española tiene un problema muy serio de financiación: los ingresos han disminuido por la crisis y los mercados sólo están dispuestos a prestarnos dinero a intereses de usura. Pero esta dificultad para conseguir dinero ¿se debe a que el Estado está sobredimensionado?¿es la dimensión de la administración pública el mayor problema de nuestra economía?
Una medida relevante del tamaño de la administración pública es cuánto gasta o lo que es lo mismo: cuánto nos cuesta. Si el estado está sobredimensionado generará un gasto público sobredimensionado. Una forma adecuada de expresar la magnitud del gasto público es en porcentaje del PIB: así lo ponemos en relación con el tamaño de la economía que lo soporta y eso nos permite comparar entre países. Vamos a ello. El gráfico 1 muestra el gasto público total como porcentaje del PIB para los 27 países de la Unión Europea y el valor promedio de toda la Unión. Los datos corresponden a 2011. Por conveniencia, se han ordenado de mayor a menor.

Gráfico 1. Gasto público como porcentaje del PIB en 2011 en la Unión Europea (general y por países)
Vemos que España, en gasto público relativo a PIB, está más de 5 puntos por debajo de la media de la Unión. Sólo 10 de 26 países tienen estados “de menor dimensión” que el nuestro. Veamos cuáles son. Por una parte está el pequeño, peculiar y extremadamente rico Luxemburgo, que difícilmente podemos adoptar como modelo. También tenemos a Malta, que aunque sólo sea por tamaño e insularidad tampoco podemos adoptar como modelo. Y por último tenemos un conjunto de países de Europa del Este con economías menos desarrolladas que la nuestra y que, de momento, no creo que queramos adoptar como modelos.
En cambio, los países más desarrollados de la Unión, los que se suelen citar entre los modelos a seguir, tienen todos ellos estados “de mayor dimensión”. Si la administración pública española está sobredimensionada, ¿cómo calificamos las de Alemania, Reino Unido o Francia?. “Los manirrotos españoles no pueden convertirse en un par de años en los austeros alemanes” nos dice Juan T. Delgado en otra entrada de ¡No doy crédito! publicada el 25 de Enero (Los españoles no podemos ser alemanes). Pues bien, no sé si la administración alemana gasta mejor o peor que la española, pero lo que sí es seguro es que gasta más.
Pero, un momento ¿no será que con los ajustes iniciados al final de la legislatura anterior nuestra administración ya se había apretado el cinturón en 2011? Bueno, vamos a verlo. El gráfico 2 es el equivalente al gráfico 1 pero con datos del año 2007, el último antes de la debacle de 2008 y con un horizonte completamente libre de recortes.
 
Gráfico 2. Gasto público como porcentaje del PIB en 2007 en la Unión Europea (general y por países)
Lo que teníamos en 2007 es que el gasto público en España estaba 6 puntos por debajo del de la media europea y que sólo 7 de 26 países tenían menos gasto público que España. La respuesta a la pregunta anterior es, por tanto, no.
Bueno, vale. ¿No será entonces que las administraciones españolas se gastan lo que no tienen, generando déficit, mientras que las de los países “modelo”, en cambio, gastan más porque pueden gastar más sin generar déficit público?. Podría ser..., vamos a tratar de comprobarlo. El gráfico 3 muestra la evolución del déficit público total como % del PIB para el conjunto de la Unión Europea y para una selección de países.

Gráfico 3. Evolución del déficit público en relación al PIB para la Unión Europea y una selección de países, periodo 2000-2011
En relación con el conjunto de la UE, España se ha mantenido por debajo de la media desde 2000. En los años buenos 2000-07, el déficit público español con relación al PIB se redujo del 59% al 36%. Del 2008 en adelante, en cambio, nuestro déficit público ha seguido la tendencia general del conjunto de Europa: aumentar. Pero manteniendo una ventaja de casi 15 puntos, que no está nada mal. En relación con los austeros alemanes la sobredimensionada administración española ha mantenido en todos estos años un déficit considerablemente menor. La respuesta a la pregunta anterior es, de nuevo, no.
En conclusión: en relación con los países de nuestro entorno, nuestra administración no está sobredimensionada. Si el tamaño de nuestra administración o la magnitud de nuestro gasto público es un problema mayor de nuestra economía, este no es específico de España sino endémico de Europa. En este caso, Alemania no sería un modelo a seguir.
En el contexto actual de reducción de ingresos y dificultades para obtener financiación, reducir el gasto público es seguramente una necesidad, pero no creo que sea una solución.
Fuentes:
Las entradas de Juan T. Delgado La Dieta de Rajoy y Los españoles no podemos ser alemanes en el blog ¡No doy crédito! pueden leerse aquí:
Los datos de los gráficos proceden de la web de Eurostat: